Cada último viernes de octubre se celebra su Día Nacional, fecha para reconocer y destacar la labor que realizan.
Desde el inicio de la crisis sanitaria por el Coronavirus, las trabajadoras manipuladoras de alimentos han sido una pieza clave en el tremendo despliegue para abastecer a miles de alumnos de Los Andes con sus canastas de alimentos, en un gran proceso de apoyo a estudiantes durante la pandemia.
Bajo estrictos protocolos sanitarios, han vivido un periodo de mucho autocuidado, sobresaliendo el valor del compañerismo. La higiene siempre ha sido fundamental en su trabajo, pero desde el inicio de la pandemia han intensificado la sanitización de mesones, superficies y espacios donde preparan las mallas con frutas, verduras y abarrotes.
Johanna Videla trabaja hace cinco años en Escuela José Miguel Carrera. Explica que cada entrega es un desafío ya que deben despachar todo el mismo día en que descargan el camión: “andamos contra el tiempo, tenemos que sanitizar todo, pesar todo, envasar huevos, se complica, pero uno lo hace con dedicación ya que al final esto es para los niños. Sería ideal volver a atenderlos a ellos y ver sus caritas, no los vemos de principio de año, se extraña mucho”.
Elisa Santander trabaja en el nivel medio menor del Jardín Infantil y Sala Cuna Pasitos Andinos: “preparo la comida de los niños y de las tías. Todo lo que hago lo hago con amor, con cariño. Para mí ha sido una experiencia bonita, porque a mi me gusta esto, me gusta atender, ser atenta y amable”.
Este año 2020 sin duda ha sido complejo para las trabajadoras, ya que estaban acostumbradas a recibir a los pequeñitos, niños y niñas a diario en jardines y escuelas. María Muñoz lleva once años trabajando en Escuela José Miguel Carrera: “es complicado nos gusta venir a cocinar para los niños y ahora hay que venir a armar las canastas. Esto lo hago como si fuera mi casa, hacerlo bien y ordenado, llegamos a lavarnos las manos, cambiarnos la ropa, sanitizar todo para preparar las raciones”.
En tanto Pía Alegría, manipuladora de alimentos del Jardín Infantil Pasitos Andinos, señala que ha sido un proceso extraño, pero de todas formas han contado con todos los implementos para protegerse de contagios, lo que le permite realizar su trabajo con mayor tranquilidad: “sobre todo yo que soy de sala cuna y trabajo con niños chiquititos, tener cuidado con su leche, el almuerzo, esperamos volver pronto y que pase todo esto rápido para estar acá con los niños”.
Las manipuladoras de alimentos, más conocidas como las “tías”, son fundamentales en el éxito de uno de los programas más relevantes de la JUNAEB: el Programa de Alimentación Escolar. Han sido capaces de enfrentar la adversidad con responsabilidad y compromiso. Están conscientes de que con su trabajo aportan en la entrega de alimentación a niños, niñas y adolescentes en la comuna. Cada último viernes de octubre se celebra el “Día Nacional de las manipuladoras y manipuladores de alimentos”, fecha para reconocer y destacar la labor que realizan.
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