Argentina, Venezuela, España, entre otros fueron algunos de los países que se hicieron presentes en esta instancia audiovisual realizada en el Liceo Maximiliano Salas Marchan, que durante dos días transformó sus aulas en salas de cine.
Con éxito se realizó la 2da edición del festival de cine escolar Yo Veo, que en su edición 2019 recibió más de 100 cortometrajes en sus distintas categorías , con temáticas tan diversas como los recuerdos, el acoso escolar, el suicidio y la vejez, todo esto desde la óptica de jóvenes realizadores que en la cámara encuentran un vehículo para expresar sus ideas.
En esta oportunidad, la instancia contó con un componente especial, ya que junto con la proyección de trabajos audiovisuales también se realizaron talleres de maquillaje y efectos especiales junto con producción de series animadas, instancias que capturaron la atención de los asistentes.
“Para mi fue fantástico, por lo general yo hago maquillaje en mi casa, pero nunca había participado en un taller. Me llamó mucho la atención poder haber hecho el efecto de fingir una bala en un brazo con elementos que teníamos a mano con latex natural, algodón, etc” comenta Martina Herrera de 3ero medio del Liceo Maximiliano Salas Marchan.
LOS DESAFÍOS PARA YO VEO
Julio Lagos, docente encargado del área audiovisual del Liceo Maximiliano Salas Marchan y organizador del certamen cinematográfico da cuenta de forma satisfactoria lo que ha significado esta segunda edición de “Yo Veo”, que ha crecido a un año de su aparición y que eso a su vez plantea nuevas oportunidades y retos a superar.
“Como Liceo estamos contentos por la cantidad de proyectos que llegaron, por la calidad de los mismos, por la cantidad de alumnos que han participado del festival. Tuvimos una bonita jornada con la muestra de cortometrajes de niños, luego tuvimos la muestra de Paulina Passi, animadora nacional que contó su experiencia respecto a lo que es hacer una serie animada, lo complejo que es y las distintas técnicas de animación, incluso salimos un poco a des hora con los estudiantes por el interés mostrado” comenta el docente.
Por otro lado, ser hasta el momento, el único festival de cine del Valle del Aconcagua, genera una gran responsabilidad, tanto como evento, como a su vez una instancia para promover la creatividad y el trabajo audiovisual de niños y jóvenes en las unidades educativas,
“Nos tenemos que dar cuenta que la tecnología nos ha llevado a un tiempo donde no es necesario comprar cámaras carísimas , ya no es tan complicado hacer un taller de cine. Yo creo que debemos reflexionar que las cosas ahora no son tan lejanas para las escuelas y esto mismo debe motivar a los profesores de arte, música y lenguaje para hacer cosas y estar presentes con los estudiantes” afirma Julio Lagos.
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